martes, 6 de octubre de 2015

Wendy

Por las tardes, la escuela abre sus puertas para que la maestra Wendy cuente cuentos a los alumnos. Ese taller está abierto al público en general. A la maestra le gusta acomodarse en el patio, a la sombra de una palmera donde puede verse el mar:



“Allá en el horizonte; donde dicen que está la utopía se encuentra el cielo.” 



Wendy dice a los pequeños;

-Miren hacia el horizonte. ¿Se han fijado como entre el cielo y el mar no hay distinciones? Son un reflejo casi de lo mismo; olas y nubes, aves y peces. Magia. Y el horizonte es el lugar en donde todo esto sucede: las ballenas pueden volar y gaviotas se sumergen hacia las profundidades del océano. Porque ¡allá todo es posible! 
Los peces vuelan y se convierten en constelaciones los cangrejos y tortugas.


-¡Orale! Que maravilla. Entonces yo quiero ser bueno, pelear por la justicia y luchar contra algún canalla que quiera ir en contra de todo esto.

-Excelente Conejo. Ahora cierren sus ojos-.

-No veo nada-. Decía la mofeta.

-No... no quiero que cierren sus párpados y nublen la mente. Cierren sus ojos pero miren para dentro de sí mismos. ¿Que ven? ¿Siguen viendo “nada”? 

-Veo puntitos... Veo mis ojos... Veo luces... -



-Cierto. Poco a poco ustedes verán el universo que existe dentro de ustedes mismos. Se dice que “Dios creo al hombre a su imagen y semejanza…” y todos creyeron que Dios era igual que un ser humano. Los griegos pintaron a Zeus, los nórdicos crearon a Odín; y sin embargo Dios era algo más que un simple ser humano, algo más poderoso. 


El zorrillo preguntó: -Cuando miré para adentro pude ver estrellas como se ven en el cielo nocturno-

-Exacto. Y cuando pensamos: generamos una lluvia de ideas; nos enojamos y relampagueamos. Nuestro estómago es un volcán, deshace todo lo que comemos; las venas son ríos que circulan por todo el cuerpo; nuestro cabello es selva; los bosques y selvas son pulmones.
-¡Y mira!- gritaron los mapaches mientras se subían a un enorme árbol. –Este árbol es un planeta en miniatura para estas hormigas.

-Sí, en este mundo existen un montón de munditos. Este planeta es un universo lleno de diversidades
-Tienes razón Wendy. ¡Es un universo y hay un planeta en mí!- decía ozesno. Y ahorita quiere dormir… Bostezaba.

-Por eso debemos cuidarlo.-

-¡A nuestro cuerpo y a nuestro planeta.!-

-Definitivamente.-

Y todos los cachorros salían contentos para luego volver a casa con su familia. 

Construían sueños para mejorar cada mundito que se formaba en la Inmensidad.

...shhh... 

Ya duermen todos... 

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