martes, 13 de octubre de 2015

El caminante.


Resultado de imagen para la tortuga, parque, hormigas En el parque siempre pasa una tortuga, su caparazón tiene varias raspaduras. Es una tortuga silenciosa y pocos saben de su vida.
    Yo le veo andar por ahí; lleva una banda en la cabeza, supongo que es para el sudor. Sé que mi canto le agrada, pues cada que pasa por donde estoy baja el ritmo de sus pasos y sonríe para sí. Es una sonrisa muy discreta; de su vida pocos sabrán lo que pasó.






Mi madre ha llegado y me regaña por andar fuera; ¿y la tarea? me pregunta. Pero es que no sabe todo lo que pasa acá. Además de intrigarme la misteriosa vida del señor tortuga, quisiera saber porque las hormigas nunca descansan. ¡Vaya, deberían de tomarse cinco minutos en el día! Y, la forma en como juegan los perros, son tan inquietos.

-¡Que te metas, te digo! ¿Qué tanto te interesa la vida de los demás?

Mamá ahora sí está furiosa. Le molesta sobretodo el famoso dicho que se generó: "me lo dijo un pajarito" por culpa de la tía pía.

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martes, 6 de octubre de 2015

Wendy

Por las tardes, la escuela abre sus puertas para que la maestra Wendy cuente cuentos a los alumnos. Ese taller está abierto al público en general. A la maestra le gusta acomodarse en el patio, a la sombra de una palmera donde puede verse el mar:



“Allá en el horizonte; donde dicen que está la utopía se encuentra el cielo.” 



Wendy dice a los pequeños;

-Miren hacia el horizonte. ¿Se han fijado como entre el cielo y el mar no hay distinciones? Son un reflejo casi de lo mismo; olas y nubes, aves y peces. Magia. Y el horizonte es el lugar en donde todo esto sucede: las ballenas pueden volar y gaviotas se sumergen hacia las profundidades del océano. Porque ¡allá todo es posible! 
Los peces vuelan y se convierten en constelaciones los cangrejos y tortugas.


-¡Orale! Que maravilla. Entonces yo quiero ser bueno, pelear por la justicia y luchar contra algún canalla que quiera ir en contra de todo esto.

-Excelente Conejo. Ahora cierren sus ojos-.

-No veo nada-. Decía la mofeta.

-No... no quiero que cierren sus párpados y nublen la mente. Cierren sus ojos pero miren para dentro de sí mismos. ¿Que ven? ¿Siguen viendo “nada”? 

-Veo puntitos... Veo mis ojos... Veo luces... -



-Cierto. Poco a poco ustedes verán el universo que existe dentro de ustedes mismos. Se dice que “Dios creo al hombre a su imagen y semejanza…” y todos creyeron que Dios era igual que un ser humano. Los griegos pintaron a Zeus, los nórdicos crearon a Odín; y sin embargo Dios era algo más que un simple ser humano, algo más poderoso. 


El zorrillo preguntó: -Cuando miré para adentro pude ver estrellas como se ven en el cielo nocturno-

-Exacto. Y cuando pensamos: generamos una lluvia de ideas; nos enojamos y relampagueamos. Nuestro estómago es un volcán, deshace todo lo que comemos; las venas son ríos que circulan por todo el cuerpo; nuestro cabello es selva; los bosques y selvas son pulmones.
-¡Y mira!- gritaron los mapaches mientras se subían a un enorme árbol. –Este árbol es un planeta en miniatura para estas hormigas.

-Sí, en este mundo existen un montón de munditos. Este planeta es un universo lleno de diversidades
-Tienes razón Wendy. ¡Es un universo y hay un planeta en mí!- decía ozesno. Y ahorita quiere dormir… Bostezaba.

-Por eso debemos cuidarlo.-

-¡A nuestro cuerpo y a nuestro planeta.!-

-Definitivamente.-

Y todos los cachorros salían contentos para luego volver a casa con su familia. 

Construían sueños para mejorar cada mundito que se formaba en la Inmensidad.

...shhh... 

Ya duermen todos...