martes, 29 de septiembre de 2015

La loba estrellada

Con colaboración de Harry El Pato.

No todo en Zoonoetina es pavimento. 

Te lo digo, la ciudad es por mayoría vegetación. Sus habitantes son conscientes sobre la vida de cada individuo, inclusive del ser enorme llamado planeta. Varios monos han discutido sobre su existencia, allá por el parque "Mileto, paleto" se ponen a discutir si el viento que atraviesa entre las ramas es acaso su respiración. O si se enojó la otra vez, porque la tormenta eléctrica estuvo espantosa; causó el incendio más temible que hayan presenciado los habitantes. 

Afortunadamente, el equipo de elefantes bomberos pudo hacer algo al respecto.
 "¡ja! ¿cómo ves, ser menso inmenso?" yo dije cuando vi el incendio apagado. Pero mi madre, me regañó: -¡No ofendas al ser que te hospeda en su casa!- Y me sentí tan mal, que me quedé sin ganas de jugar.



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Luego de estar meditando sobre la vida de las plantas, la tierra, el sol, las nubes llegó mi amiga mariposa: 

-¡Ven Luciana! Vamos a correr y a volar. ¡Alcánzame!
Y así pasamos toda la tarde jugando. Corríamos por las montañas, el valle, jugábamos a las escondidas (a ella se le facilitaba más perderse en las hojarascas de otoño) y platicábamos un poco sobre la clase del maestro búho testarudo. 

A la hora de la cena, mamá llamó para reunir a todos los lobos. 

Me despedí de Luciana y volví con mi manada.  Rómulo y Remo son los hermanos más extraños que tengo, ¡no tienen pelos! Pero mi mamá a todos nos quiere por igual. 

 Una vez se perdieron y mamá aullaba por todos lados. Mi mariposa me dijo que los había visto jugando en la cascada; así que corrí a decirle a mamá. Ella salió fugaz y ahí estaban. ¡Esas traviesas criaturas! ¡Regalos divinos! Mi madre se asustó pero al finellos  estaban con nosotros. Yo creo que mi madre es maravillosa. Además estoy fascinada con mis hermanitos para cuidar. ¡Los quiero tanto!


Mamá nos abraza y canta una nana para dormir; tengo sueño. Mañana que vaya a la escuela... ¡Auuuu...! pondré atención en... que sueño.

¡Buenas noches!


martes, 22 de septiembre de 2015

El Poli "Mono"





Si vas alguna vez a la ciudad "Ozoonoetina" seguramente te sorprenderás sobre la particularidad de sus habitantes. 

Por la mañana, podrás encontrarte caminando por la calle a Mamá Canguro; lleva a sus hijos a la escuela. En la acera del frente, Mamá Gallina camina aprisa y todos sus pollitos le siguen en fila india. Por el parque de la esquina observarás a Mamá Coneja; a cada hijo le ha dado una bolsa con semillas variadas, cereales y de postre unas zanahorias.

Los becerros, lechones, y terneros juegan fuera de la entrada mientras que sus madres platican antes de que suene el timbre del colegio. No te recomiendo que vayas a esa hora; el lugar está repleto.

En la calle están los Poli monos. Ellos son los encargados de dirigir el tránsito víal; el más importante es el Mono Tavo, parado en el poste del centro que funge la función de glorieta, atiende a los demás polimonos para que el tránsito vial pueda ser fluido.


La otra vez un elefante se quedó dormido. ¡Qué barbaridad!¡Imagina cómo tuvieron que hacerle para moverlo del lugar! Llamaron a Ela, la araña para que construyera una red en forma de camilla; luego entre varios caballos intentaron cargar esa red. Al ver que era imposible moverlo, buscaron un par de búfalos y a papá oso para que ellos ayudaran a empujar. Y bueno, entre todos lo llevaron a su hogar.

Al final de cuentas;  Papá elefante tuvo una gran multa y gracias a los varios poli monos no ocurrió un accidente. 

Definitivamente, Zoonoetina es una bella ciudad en la que todos los animales han aprendido a convivir de manera sana y se aprovecha al 100 por ciento las diferencias de cada individuo. 

Si de pura casualidad crees que te has perdido en el camino, no te preocupes; sabrás que has llegado cuando leas su letrero de bienvenida:

ZOONOETINA. 

¡El lugar donde nuestras diferencias complementan a la sociedad, bienvenido foráneo! 


¡Ven, acá te espero! 


¿listos?...

¡ B I E N V E N I D O S ! 




¡Bienvenidos al bosque de los sueños donde todas las realidades pueden parecer una divertida fantasía! 



Aquí podrás encontrar los mejores cuentos cortos para contar en la ocasión que gustes. Sólo basta conocer los derechos indiscutibles del lector: 

1º El derecho al delirio.


¿Qué tal si deliramos por un ratito? ¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia para adivinar otro mundo posible?

    El aire estará limpio de todo veneno...
    En las calles, ¡los automóviles serán aplastados por los perros...!
    El televisor será tratado como la plancha o el lavarropas.


¡Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega!

Seremos imperfectos (porque la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses)...
¡Seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero y, cada noche como si fuera la última!

-Fragmento del discurso de Un niño llamado Lalo Galeano.


 2º El derecho al imaginario.


    Poder apropiarse de los bienes culturales -intangibles- con los cuales podamos crear horizontes para nuestra vida, sin intenciones de lucro.

3º  El derecho al descubrimiento y construcción de uno mismo.

    Siendo intermediarios los libros y autores que sean referentes del contexto social.

4º El derecho a la lectura sin restricciones que multipliquen las relaciones analíticas del texto; en conjunto con una lectura oral, grupal y/o individual.

5º El derecho al protagonismo del individuo dentro del desarrollo de su propia vida. 

     El individuo dejará de mirar y hablar sobre la vida de los demás de manera          negativa para poder ser el constructor de su propio camino. Aún cuando se             encuentre en contexto social desfavorecido.

6º El derecho indiscutible a la fantasía, a soñar y al conocimiento de su interior.

7º El derecho al relato; y la libre promoción de la palabra.

      Para su propia continuidad.

8º El derecho al viaje infinito que proporciona la lectura.

9º El derecho a tomar la palabra y la pluma.

10º El derecho a sentir el temblor sobre las seguridades que algunos autores puedan desatar en nuestros pensamientos, sentimientos y/o emociones. Un libro o lectura que puede llegar a hacer eso, vale la pena comentar con otro lector.

-Derechos basados gracias a la lectura de la Michèle y el Roger.