Si vas alguna vez a la ciudad "Ozoonoetina" seguramente te sorprenderás sobre la particularidad de sus habitantes.
Por la mañana, podrás encontrarte caminando por la calle a Mamá Canguro; lleva a sus hijos a la escuela. En la acera del frente, Mamá Gallina camina aprisa y todos sus pollitos le siguen en fila india. Por el parque de la esquina observarás a Mamá Coneja; a cada hijo le ha dado una bolsa con semillas variadas, cereales y de postre unas zanahorias.
Los becerros, lechones, y terneros juegan fuera de la entrada mientras que sus madres platican antes de que suene el timbre del colegio. No te recomiendo que vayas a esa hora; el lugar está repleto.
En la calle están los Poli monos. Ellos son los encargados de dirigir el tránsito víal; el más importante es el Mono Tavo, parado en el poste del centro que funge la función de glorieta, atiende a los demás polimonos para que el tránsito vial pueda ser fluido.
La otra vez un elefante se quedó dormido. ¡Qué barbaridad!¡Imagina cómo tuvieron que hacerle para moverlo del lugar! Llamaron a Ela, la araña para que construyera una red en forma de camilla; luego entre varios caballos intentaron cargar esa red. Al ver que era imposible moverlo, buscaron un par de búfalos y a papá oso para que ellos ayudaran a empujar. Y bueno, entre todos lo llevaron a su hogar.
Al final de cuentas; Papá elefante tuvo una gran multa y gracias a los varios poli monos no ocurrió un accidente.
Definitivamente, Zoonoetina es una bella ciudad en la que todos los animales han aprendido a convivir de manera sana y se aprovecha al 100 por ciento las diferencias de cada individuo.
Si de pura casualidad crees que te has perdido en el camino, no te preocupes; sabrás que has llegado cuando leas su letrero de bienvenida:
ZOONOETINA.
¡El lugar donde nuestras diferencias complementan a la sociedad, bienvenido foráneo!
¡Ven, acá te espero!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario